viernes, 4 de marzo de 2011

¿En quién confiamos?



Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella

Hoy en día las juventudes representan el grupo poblacional de mayor crecimiento en la nación, pues en México las personas en edades de 15 a 29 años ocupan el 28.1% del total de la población en el país, es decir una cuarta parte. 

En San Luis Potosí el panorama es similar, pues las juventudes se ubican en el 24.9% del total de la población que habita las cuatro regiones del estado. 

De ahí que resulte importante conocer cuáles son las instituciones a las que las juventudes les tienen mayor confianza.

Estas instituciones de acuerdo a un estudio realizado por Roy Campos y Carlos Penna de Consulta Mitofsky, son órganos que pueden o no ser del Estado y que forman parte importante de las personas y de la sociedad.
En este estudio se evaluaron 14 instituciones, las cuales fueron calificadas más positivamente por las mujeres, consideradas como las participativas de los dos géneros, y por las juventudes; por ser quienes más esperanza tienen. Los clasificaron en tres grupos: Confianza Alta, Media y Baja, emulando un semáforo,  por lo que los datos arrojados resultaron interesantes, sobre todo si nos enfocamos a las respuestas de la población de 18 a 29 años.

En primer lugar ubicaron a las Universidades, que aunque de manera global solo ocupa el 32% de la alta confianza de los mexicanos, para las juventudes mereció un 7.8 de calificación. La Iglesia ocupa un segundo lugar, siendo una de las instituciones que mayor confianza genera entre los mexicanos con el 41% de las menciones y una calificación promedio de 7.7. 

Es este aspecto, el ex comisionado para los Derechos Humanos en el DF, Emilio Álvarez Icaza considera que lejos de las acusaciones de pederastia en contra de los ministros de culto, como institución sigue preservando su valor por ser una referencia a lo espiritual y lo divino. 

En el tercer sitio pese a las denuncias de abuso de autoridad y violación de derechos humanos en algunos estados, se encuentra el Ejército (que incluye a la Armada y la Marina) con un 34% de la confianza de los mexicanos y una calificación de los y las jóvenes de 7.6 en promedio. 

Los medios de comunicación aun cuando a nivel nacional se han enfrascado en grandes polémicas protagonizadas por el duopolio televisivo, reciben un promedio de 7.5 de parte de las juventudes, pues al fin de cuentas en su ejercicio informativo que ahora ha llegado a las redes sociales proveen de suficiente información a los y las jóvenes para que estos se mantengan al tanto del acontecer del país.

Calificados con una confianza media el Instituto Federal Electoral se ubica en el 5to sitio, con un promedio de 7.0, otorgado así por estar ligado a la política más que a su desempeño en los procesos electorales. 

Con un promedio similar pero con una confianza menor esta la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en donde quizá influyeron los altísimos salarios de los ministros. En el 7mo y 8vo lugar las juventudes ubican a los Bancos y los Empresarios  con promedios de 6.8 y 6.7 respectivamente, quizá por estar ligados a los temas de la crisis económica y la falta de empleo. 

La institución del Presidente representa una de las instituciones que menos confianza ha generado entre los mexicanos pues se ubica en un 9no lugar con un promedio de 6.7, dicha figura quizá vista con recelo por haber emprendido la lucha contra el narco, el alto indicie de violencia producto de esa lucha y por no cumplir con su promesa de ser “El Presidente del Empleo”.

En últimos lugares se ubican los representantes de la democracia en México, en donde las juventudes han manifestado un claro distanciamiento por considerarlas ineficientes. En el 10mo lugar, los Senadores reciben una calificación del 6.0 casi tan deshonrosa como el 5.8 de calificación que le otorgan a los Sindicatos, Policías y Diputados, ubicados en el 11vo, 12vo y 13vo lugar respectivamente. Y sobre quienes se sustenta la democracia en este país, los Partidos Políticos ubicados como la institución menos confiable de México, con un 5.7 de promedio. 

Es evidente que las juventudes están despiertas y no se les puede engañar, aunque los datos del estudio pudieran estar influenciados por el estado de ánimo de los encuestados al momento de responder, el mensaje es claro. Las juventudes no creen en la política ni sus políticos.

Quienes tienen mayor porcentaje de confianza nada tienen que celebrar pues el promedio de calificación de 7.8, como el más alto, deja mucho que desear y pone mucho a pensar. Pero quienes están reprobados, tienen la tarea de trabajar por un acercamiento hacia la juventud, que hoy más que nunca analiza y critica a sus instituciones pues quiere demostrarle que como nunca antes hoy tiene el poder en sus manos.

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