viernes, 11 de marzo de 2011

El camino al desempleo

Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella

Por más que se adornan los números sobre empleos generados en el sexenio de Felipe Calderón y por más que se anuncien los 20 mil nuevos empleos generados por la administración de Fernando Toranzo, la población joven es la que en mayor medida padece del desempleo. Pues el desempleo juvenil representa el mayor problema para el estado, la nación e incluso países latinoamericanos.

Los datos estadísticos suelen ser duros para su interpretación, sin embargo reflejan la realidad con la que se enfrentan aquellos que logran terminar una carrera profesional y buscan incorporarse al sector productivo.

Tan sólo en el 2008, un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía reveló que el 57% de los desempleados en el país, eran jóvenes entre 14 y 29 años, situación que no ha variado a la fecha.

En ese mismo año durante el verano la tasa de desocupación general alcanzó el 4.2% de la Población Económicamente Activa, es decir, un millón 909 mil 728 personas desocupadas de las cuales, un millón 88 mil 544 se ubicaron en el rango de 14 a 29 años de edad. De las cuales 623 mil 125 eran hombres y 467 mil 313 eran mujeres.

Del porcentaje de jóvenes desempleados un 44.9% estaba en esa situación debido a que “dejó o renunció” a su trabajo, mientras que el 32% lo estaba, debido a que “perdió el empleo”.

En cuanto a la escolaridad de esos jóvenes desempleados, cerca de 41 mil 219 no habían concluido sus estudios de educación primaria, 202 mil 885 la habían cursado de manera completa, 449 mil 22, tenían sus estudios de nivel secundaria y 397 mil 312 contaban con estudios de educación media superior o superior.

No obstante quienes si tienen una fuente laboral apenas y representan 14 millones 419 mil 79 jóvenes con una fuente de empleo. Situación que no es tan favorable si se analiza a detalle que un 6.3% de estos jóvenes se encuentran subocupados, es decir que son personas ocupadas con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo que lo que su ocupación actual les permite llevar a cabo.

Las condiciones de sus trabajos no son estables, pues se presentan salarios muy bajo o un acceso limitado a las instituciones de salud, pese a que las recientes reformas han generado esquemas de subsidio a empleadores que registren a aquellos empleados que se encuentre trabajando por vez primera.

De los y las jóvenes en edades de 14 a 18 años, un millón 137 mil 230 no perciben ingresos por el trabajo que desarrollan, un millón 140 mil 96 perciben sólo entre uno y dos salarios mínimos, mientras que un millón 140 mil 96 solo reciben entre dos y tres salarios mínimos.

Quienes se ubican entre los 19 y 29 años de edad, cerca de dos millones 234 mil 584 perciben entre dos y tres salarios mínimos y sólo un millón 881 mil 854 reciben de tres a cinco salarios mínimos.

El acceso a la Seguridad Social es un tema ampliamente debatido, de ahí que se legislara el subsidio para empleadores que registren a aquellos jóvenes que se integran por vez primera al mundo laboral. Sin embargo pese a esta ventaja que exime de pagos al empleador, del grupo de 14 y 19 años, tres millones 335 mil 910 no tienen acceso a este servicio lo que representa un 83.1% de los y las jóvenes ocupados; en el grupo de 20 a 29 años de edad esa cifra se eleva a los cinco millones 778 mil 548, lo que representa un 55.5%.

Lejos de las pláticas orientadoras y motivacionales que tanto abundan en las escuelas de nivel superior, donde les pretenden pintar un mundo muy diferente al real, los jóvenes al egresar de sus carreras se encuentran con trabajos en el sector informar o en espacios poco calificados; donde tener una carrera profesional no es garantía de encontrar un empleo de calidad.

He de ahí que jóvenes titulados se encuentren laborando lo mismo de empleados de mostrador, asesores de crédito, promotores, recepcionistas, auxiliares administrativos, choferes, empleados generales, entre otros espacios donde no aplican las habilidades de la formación que tuvieron.

El 59% de las y los jóvenes no tienen acceso a empleos formales, además de que el 53% de las y los jóvenes entre los 14 y 19 años, y el 15% de los que tienen entre 20 y 29 años (que además cuentan con al menos un año de estudios profesionales), se encuentran laborando en empleos y actividades poco calificadas.

Además de las y los jóvenes de entre 20 y 29 años, el 41% que realizó sus estudios profesionales, tiene actividades no relacionadas con su carrera.

En Ciudad Valles, la falta de una Zona Industrial que genere empleos y la cada vez menor inversión en materia de desarrollo económico del Gobierno del Estado; ha provocado como consecuencia que se detenga el crecimiento poblacional, social y económico del municipio, siendo superado en el estado por Villa de Reyes que está creciendo a pasos agigantados.

Este congelamiento del crecimiento esta impactando cada vez más a los y las jóvenes egresadas de los planteles de nivel superior, pues el poco impacto de las Ferias del Empleo y de los programas de gobierno desalienta hasta al más intrépido profesionista. Hoy el egresado de una carrera profesional está en riesgo de colocarse camino al desempleo.

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