Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella
Es por todos sabido que cuando la fuerza de la
naturaleza llega, arrasa con todo. No distingue clases, ni colores, ni ciudades
o comunidades. Cuando la madre naturaleza deja caer todo su enojo arrasa con
árboles, coches, casas, calles, carreteras, redes eléctricas, líneas
telefónicas, suministros de agua potable y hasta edificios enteros. Es una
fuerza descomunal que no avisa y que es incontrolable.
Pero justo cuando apenas el agua a dejado de
caer en todo el país cientos de mexicanos comienza a movilizarse. Unos tratan
de llegar hasta la zona de desastre a ofrecer su conocimiento, su experiencia o
simplemente una mano para levantar escombros y colaborar con la reconstrucción.
Otros utilizan su poder de convocatoria para
llamar a mas mexicanos y pedir alimentos no perecederos, pañales, cobijas, agua
embotella y otros productos de primera necesidad para hacerlos llegar a los
afectados sin importar cuando lejano sea el lugar del siniestro.
Lo mismo puede ser una inundación en la
huasteca, como un terremoto en Haití; un sumami en la lejana isla de Sumatra o
un huracán en la costa este de los Estados Unidos de América. El punto aquí, es
el gusto de ayudar.
Los huastecos que acostumbrados están a las
catástrofes de la naturaleza y mas las causadas por la lluvia saben lo que es
perderlo todo, conocen la palabra damnificado tan bien que parece que ellos
mismos la forjaron. Pero cuando alguien los necesita saben movilizarse y unir
esfuerzos por quienes perdieron todo y necesitan lo elemental.
Así fue como en 2005 el huracán Wilma golpeo
duramente los estados de Tabasco y Chiapas, en aquella ocasión muchos puentes
cayeron, cientos de comunidades se vieron afectadas y miles de familias se quedaron
sin hogar.
Aquí en esta ciudad, la convocatoria se lanzó, la Cruz Roja Mexicana y
otras organizaciones recolectaban todos los víveres posibles para ayudar a sus
hermanos en desgracia. Dos grandes camiones partieron de la
Av. Pedro Antonio Santos repletos de ayuda
y sobre todo con muchos corazones huastecos que se sumaron al gran equipo que
colaboro con la intención de poder ayudar a los afectados por el huracán.
La historia se ha repetido varias veces, el
corazón huasteco se ha hecho presente durante las afectaciones del huracán
Stan, el devastador terremoto de Haití y el mas reciente fenómeno meteorológico
que afecto Nuevo León y el centro de Tamaulipas, el huracán Alex. Este año la
historia se repite nuevamente, Veracruz ha sido el estado mas afectado por las
lluvias, y hoy día sus comunidades, ejidos y ciudades se encuentran inundadas,
destruidas y con las esperanzas por los suelos.
La destrucción es abismal, la fuerza de la
naturaleza dejo su huella pues hay miles de personas afectadas e incluso
ciudades enteras desplazadas a otras ciudades vecinas pues el agua no conoce de
límites.
Ante tales hechos nuevamente la ayuda no se ha
hecho esperar y los huastecos han dado muerta de que también pueden dar su
granito de arena. La delegación Cruz Roja de este municipio ha dispuesto de un
centro de acopio a donde empresario, lideres políticos, ex funcionarios han
hecho llegar su ayuda.
Los jóvenes no se han quedado atrás y desde sus
escuelas, como el caso de estudiantes del Colegio de Bachilleres 06, han
recolectado víveres para llevarlos al centro de acopio y ayudar por el echo de
ayudar. Aquí resalta el gran corazón huasteco, por que hasta los mas humildes
se desprenden de algo que aunque quizás no les este sobrando, pero saben que
alguien mas en Veracruz lo pueda necesitar.
Veracruz necesita de mas corazones huastecos
que recolecten agua potable, productos enlatados no perecederos, arroz, fríjol,
lentejas, pastas, abrelatas, azúcar, café, atún, verduras enlatadas, leche para
bebe, cereales, linternas, pilas, medicamentos no caducados, papel higiénico,
toallas sanitarias, pañales para niño y adulto; colchonetas, maquinas
potabilizadoras de agua, gel desinfectante, jabón de baño y jabón para ropa.
Además la Cruz
Roja Mexicana ha dispuesto de un número de cuenta para
realizar depósitos en efectivo; la cuenta bancaria es en
el banco BBVA BANCOMER, a nombre de la Cruz Roja Mexicana, I.A.P. al No. 0404040406 con
la clave interbancaria 01218000-04040404062, sucursal 0683 D.F Palmas.