martes, 6 de septiembre de 2011

Gaby y Juan, La pareja ideal.


Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella

El sueño de todo hombre o mujer es encontrar a su pareja ideal, una persona con los mismos gustos y aficiones, con metas similares, quizás con una profesión interesante; pero realmente pocos lo consiguen plenamente como Gaby y Juan.

Quien acuda a la estética Marianne quizá desconozca la historia que existe detrás, en donde sus dos protagonistas han entretejido esa historia a través de una profesión en común que les ha permitido compartir una vida
Gaby y Juan se conocieron en 2007 durante un evento en Guadalajara, para ellos recordar aquel día es como volver a vivir las emociones que sintieron al conocerse. Juan que en aquel momento era técnico de Bella, tenía ya 7 años trabajando en el tema de la belleza; conoció a Gaby cuando ella tomaba un curso de corte y color y desde ese primer momento como si Cupido estuviera detrás, se dio el flechazo. Gaby quien tenía menos tiempo en el mundo de la belleza, había estudiado en Colima y trabaja en Valles en un Spa, mismo que le permitió acudir a un curso donde finalmente se encontraría a Juan.

A ambos les parece cómico recordar su historia pues los detalles de su encuentro son algo peculiares, Juan asegura, “creo que desde que me dio el flechazo pensé en todo, porque mi familia que también se dedica a esta profesión tenía una vacante en nuestro negocio en Mazatlán y creo que ahí pensé que seria la opción perfecta para ue estuviéramos juntos, porque yo ya estaba arreglando todo con mis papas y aun no le había consultado a Gaby.

Ella no se preocupo tanto por la omisión pues parecía interesarle la oferta de estar a lado de Juan, “yo quería seguir aprendiendo, toda la familia de Juan se dedicaban a los mismo y me pareció interesante. Acepte irme y así fue como creció la familia”, aunque Gaby confiesa que al principio tuvo sus dudas, “al principio yo pensé que el era Gay, por la profesión que tenia pero después me desengañe y creo que me gusto mas, aunque la verdad es que yo lo impacte a el”.

Con maletas hechas Juan decide renunciar a su trabajo como técnico de Bella y junto a Gaby se van un año a Mazatlán, en donde viven un largo año que consolida mas su amor. La familia de Juan los recibió, de los 7 integrantes solo 6 se dedicaban a  trabajar con la belleza, por lo que para el era el sueño esperado sobre todo porque siempre había querido casarse con una dama que también compartiera su profesión. Gaby quien se había metido de lleno a trabajar con Uñas, pensó en que seria buena idea trasladarse a Ciudad Valles y emprender su negocio ahí, pues había mas opciones de crecimiento.

Continuando con el sueño llegan a Ciudad Valles en donde la clave de su inspiración aparece para iluminar sus vidas, Marianela, su hija y fruto de su amor. Y así con una responsabilidad mas decidieron emprender su propio negocio, al principio las cosas no fueron fáciles y mas por que Marianela requería de toda su atención, Gaby comenta, “hay alguien que es parte de esta fórmula de éxito, es mi mama, porque sin ella no podría haber comenzado a trabajar; es una mama de 10”.

Su profesionalismo, la atención y un poco de magia les permitió colocarse entre los estilistas predilectos, Juan quien tiene ya 10 años trabajando considera que es muy importante la atención, “soy perfeccionista, me gusta que la gente se sienta cómoda por eso siempre trato que todo en la estética este en orden y sobre todo saber separar entre la casa y el trabajo”.

Trabajar con el color y el corte, terminar un trabajo y que los clientes queden satisfechos y conformes; es parte de resultado que siempre buscan, para Gaby darles confianza y respeto es lo ideal, “siempre que se hace un trabajo la gente viene con la idea de lo que quiere, pero no siempre el color que piden va de acuerdo con su piel o el corte con la forma de su cara o el tipo de su pelo; pero aquí estamos nosotros para orientar y sugerir y al final hacer un trabajo que deje satisfecho al cliente”.

Ser padres de familia, ser esposos, colegas y además socios, no es sencillo pero han sabido separar la casa del trabajo, la formula ha sido el dejar los problemas en casa para poder llegar a brindar un buen servicio, aunque ambos son de carácter muy fuete, se saben sobrellevar, ella es la relajada y el es el perfeccionista, pero cuando se ama, no se hace por sus virtudes si no pesar de los defectos.

De ahí que sueñan con hacer crecer su negocio, construir su casa y seguir estado juntos, no es su fórmula de éxito el hecho de que compartieran una profesión, o de que ahora tienen una pequeña hija, es que Gaby y Juan son la pareja ideal, hechos el uno para el otro.


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