miércoles, 19 de enero de 2011

Los derechos de los animales


Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella

Los animales como seres vivos sensibles y en ocasiones similares a la conducta humana sienten tristeza, miedo e ira, pero también alegría y amor. Están presenten en la vida del hombre como fieles compañeros o inclusive ídolos de culto, sin embargo ni la historia, ni el tiempo les han hecho justicia pues para muchos sólo representan objetos, medios de transporte o simples estorbos.

Las comparaciones sobre el respeto a sus derechos resaltan entre una cultura y otra, mientras en Europa desde el siglo XVII hay precedentes de la lucha por el reconocimiento de sus derechos; en Occidente esta situación se ha dado más tardíamente. En el viejo continente asociaciones y fundaciones le exigen al gobierno imponer leyes para rescatar los derechos de los animales, inclusive algunas van más allá y vigilan que se apliquen y respeten; en países como el nuestro se queda en iniciativas o son relegadas al cajón del reciclaje.

Organizaciones no lucrativas emprenden campañas masivas en la prensa escrita, televisión, radio, Internet, volantes y espectaculares con la firme intención de abrir los ojos de la ciudadanía y crear cultura; en estados como Nayarit se evidencia en las redes sociales, en tono de burla y juego, el cruel maltrato a los animales.

En ciudades como Inglaterra las calles lucen limpias pues la gente recoge las “gracias” de sus cachorros y las deposita en espacios propios para ello; en Ciudad Valles hasta las banquetas en plena zona centro reciben a sus transeúntes con pequeños obsequios esparcidos por todos lados.

En Polonia esta prohibido pasear al perro sin correa ni bozal; en cambio, en colonias populares abundan los caninos, algunos mas feroces que otros, con potentes mandíbulas que de vez en cuando corretean a uno que otro distraído para asestarle tremendo “mordidón”.

En España las multas a quien no acate alguna ley animal comienzan desde los 1 mil 500 pesos mexicanos, en esta ciudad al afectado le regalan un antiséptico para limpiar la mordida y un gran usted disculpe por que resulta que el perro no tiene dueño que responda por el.

En la gran mayoría de los países europeos, el abuso físico contra un animal genera penas que conducen a la cárcel; en esta ciudad no hay quien castigue un abuso así.

En la costa este de Estados Unidos hay refugios de animales en donde se les brinda un hogar temporal en lo que son adoptados; aquí las organizaciones protectoras de sus derechos se han manifestado para detener la razzia y así evitar el sacrificio inhumando de los animales.

Sin embargo no todo el panorama es gris, pues poco a poco la legislación en favor de los derechos de los animales ha ido avanzando. Las campañas de concientización aunque han tenido poco eco, han comenzado a sembrar la semilla de una cultura del respeto no sólo al animal si no también al resto de las especies vivas.

Actualmente organizaciones de la sociedad civil de Ciudad Valles, que luchan por la defensa y reconocimiento de los derechos de los animales; buscan emular a sus homologas nacionales e internacionales con la apertura de un alberge que cuente con espacios para dar atención a los animales abandonados, les ofrezca asilo, recreación, alimento y sobre todo un lugar donde personas amantes de los animales puedan adoptar un miembro más para la familia.

Pugnan por la aplicación de reglamentos y sanciones a quienes no se acaten a ellos, generan un gran poder de convocatoria y lo demuestra en cada marcha que organizan donde cientos de vallenses acuden en compañía de sus amigos de cuatro patas, para alzar la voz por quienes no se pueden defender solos.
Algunos críticos abogan frecuentemente la tesis de que los animales no puedan tomar parte en un contrato social ni mucho menos tomar decisiones morales, porque no estarían preparados para respetar los derechos de otros o entender conceptos de derechos de alguna manera. Sin embargo, algunos abogados de derechos de los animales señalan que los más débiles deberían ser equipados con derechos aún sin que puedan cumplir con deberes equivalentes, para protegerlos de los más fuertes.
Mientras el debate continúa la desigualdad por el trato hacia los animales continuará hasta el día en el que todo el mundo reconozca que tanto animales como humanos tienen derechos por igual y merecen vivir plenamente en este mismo espacio terrenal. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario