Los
animales como seres vivos sensibles y en ocasiones similares a la conducta
humana sienten tristeza, miedo e ira, pero también alegría y amor. Están
presenten en la vida del hombre como fieles compañeros o inclusive ídolos de
culto, sin embargo ni la historia, ni el tiempo les han hecho justicia pues
para muchos sólo representan objetos, medios de transporte o simples estorbos.
Las
comparaciones sobre el respeto a sus derechos resaltan entre una cultura y
otra, mientras en Europa desde el siglo XVII hay precedentes de la lucha por el
reconocimiento de sus derechos; en Occidente esta situación se ha dado más
tardíamente. En el viejo continente asociaciones y fundaciones le exigen al
gobierno imponer leyes para rescatar los derechos de los animales, inclusive
algunas van más allá y vigilan que se apliquen y respeten; en países como el
nuestro se queda en iniciativas o son relegadas al cajón del reciclaje.
Organizaciones
no lucrativas emprenden campañas masivas en la prensa escrita, televisión,
radio, Internet, volantes y espectaculares con la firme intención de abrir los
ojos de la ciudadanía y crear cultura; en estados como Nayarit se evidencia en
las redes sociales, en tono de burla y juego, el cruel maltrato a los animales.
En
ciudades como Inglaterra las calles lucen limpias pues la gente recoge las
“gracias” de sus cachorros y las deposita en espacios propios para ello; en
Ciudad Valles hasta las banquetas en plena zona centro reciben a sus
transeúntes con pequeños obsequios esparcidos por todos lados.
En Polonia
esta prohibido pasear al perro sin correa ni bozal; en cambio, en colonias
populares abundan los caninos, algunos mas feroces que otros, con potentes
mandíbulas que de vez en cuando corretean a uno que otro distraído para
asestarle tremendo “mordidón”.
En España
las multas a quien no acate alguna ley animal comienzan desde los 1 mil 500
pesos mexicanos, en esta ciudad al afectado le regalan un antiséptico para
limpiar la mordida y un gran usted disculpe por que resulta que el perro no
tiene dueño que responda por el.
En la gran
mayoría de los países europeos, el abuso físico contra un animal genera penas
que conducen a la cárcel; en esta ciudad no hay quien castigue un abuso así.
En la
costa este de Estados Unidos hay refugios de animales en donde se les brinda un
hogar temporal en lo que son adoptados; aquí las organizaciones protectoras de
sus derechos se han manifestado para detener la razzia y así evitar el sacrificio
inhumando de los animales.
Sin
embargo no todo el panorama es gris, pues poco a poco la legislación en favor
de los derechos de los animales ha ido avanzando. Las campañas de
concientización aunque han tenido poco eco, han comenzado a sembrar la semilla
de una cultura del respeto no sólo al animal si no también al resto de las
especies vivas.
Actualmente
organizaciones de la sociedad civil de Ciudad Valles, que luchan por la defensa
y reconocimiento de los derechos de los animales; buscan emular a sus homologas
nacionales e internacionales con la apertura de un alberge que cuente con
espacios para dar atención a los animales abandonados, les ofrezca asilo,
recreación, alimento y sobre todo un lugar donde personas amantes de los
animales puedan adoptar un miembro más para la familia.
Algunos críticos abogan
frecuentemente la tesis de que los animales no puedan tomar parte en un
contrato social ni mucho menos tomar decisiones morales, porque no estarían
preparados para respetar los derechos de otros o entender conceptos de derechos
de alguna manera. Sin embargo, algunos abogados de derechos de los animales
señalan que los más débiles deberían ser equipados con derechos aún sin que
puedan cumplir con deberes equivalentes, para protegerlos de los más fuertes.
Mientras el debate continúa la
desigualdad por el trato hacia los animales continuará hasta el día en el que
todo el mundo reconozca que tanto animales como humanos tienen derechos por
igual y merecen vivir plenamente en este mismo espacio terrenal.
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