Ultima Parte
Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella
¿Se
castiga el delito o la pobreza?
“En este lugar maldito, donde impera el dolor y la tristeza; no se castiga el delito, sino se castiga la pobreza”: Texto anónimo en la Penitenciaría de Lecumberri
El controvertido sistema penitenciado mexicano se encuentra bajo un gran debate en el sentido de la readaptación, ahora llamada reinserción, y su efectividad ante el gran porcentaje de reincidencia que se presenta en todo el país.
Sin embargo dentro del debate la pregunta que mas
resalta es ¿a quien castiga el sistema penitenciario en México?, acaso castiga
el delito o en realidad condena la pobreza.
Es conocido por muchos que han pasado por un
proceso de este tipo que la justicia es ciega pero también es muda y sorda,
además de tener la mano bien abierta y extendida.
Durante el mes de octubre de 2010 Sócrates Amado
Campos Lemus, un miembro activo durante el movimiento estudiantil de 1968,
presentó su libro Que Hablen Los Presos, en
donde hizo una clara denuncia al sistema penitenciario al señalar que no se
castiga el delito sino la pobreza. Aseguró que la ciudadanía desconfía de la
justicia, las instituciones, las leyes y los defensores de oficio pues aseveró
que el sistema utiliza todos los anteriores para encerrar a sus enemigos, de
los políticos, o del empresario poderoso.
La saturación de las cárceles en México obecede también
a que la gran mayoría de la población recluida, se encuentra ahí por robos
simples como lo reveló un estudio realizado por el Centro de Investigación y
Docencia Económica (CIDE).
Este
estudio que realizo encuestas en los penales de Morelos, Estado de México y el
Distrito Federal arrojo que las condenas y la prisión recaen en sumatoria en
las clases sociales y económicas de menor nivel o menos favorecidas. Las cifras
del estudio señalaron que una buena parte de la población que ahí se encuentra
tiene condenas por robos simples: 25% por robos de menos de mil pesos; cerca
del 50% de menos de 6 mil, y sólo 5% por más de 75 mil. Los condenados no son
quizás los mas peligrosos y elaborados delincuentes sin embargo uno de los
autores de dicho estudio manifestó que son quienes no contaron con los recursos
suficientes para corromper a las autoridades o lograr montar una defensa
adecuada que solventara su situación.
Los privilegios dentro de los centros
de reclusión están a la orden del día producto de la corrupción, el pago de
cuotas para obtener mejores condiciones o inclusive beneficios de
pre-liberación son comunes.
La suma de todos los reos que purgan
ahí su condena o que en muchos otros casos aun están a la espera de un juicio
condenatorio son delincuentes menores, pues los grandes líderes de las bandas,
las mentes maestras de la delincuencia o lo pesados son solo escasos. El resto
están integrados por personas que orillados por la marginación, la pobreza o el
hambre optaron por delinquir ante la falta de opciones dentro de un decadente
sistema de gobierno.
Ana García Aguilar, integrante de Presunción de
Inocencia en México dijo que se tocado el tema de permitir la introducción de
las cárceles privadas en el país que manejen otro método de reinserción y que
sean mas efectivas, sin embargo en países como Sudáfrica y Estados Unidos aun
cuando se establecen estándares para la reinserción y l trato mas humano a sus
reclusos; las cárceles privadas se han transformado en negocio debido a la
corrupción incentivando de esta manera el encarcelamiento, lo que es
completamente contrario al proyecto en el que ella trabaja.
El estudio del CIDE, concluyó que el sistema
penitenciario mexicano se encuentra en una profunda crisis originada por la
saturación de sus penales y reclusorios. Lo que incapacitó al sistema para
lograr la reinserción social de los inculpados.
Diversas organizaciones y estudios
proponen un cambio en la legislación tanto de la federación y sus localidades,
incluso ponen de ejemplo los servicios sociales a los que son obligados ha
llevar acabo los que cometen alguna falta al orden publico en otros países, con
el fin de evitar un encarcelamiento innecesario que genere costos mayores al de
por si debilitado erario publico.
Sin
embargo mientras la sombra de la corrupción exista será difícil que el sistema
penitenciario mexicano logre alcanzar su objetivo principal de la reinserción
social.
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