Por Marcelo Ernesto Tovar Zanella
Después de la polémica desatada
por el financiamiento del Corredor Ecoturístico Bicentenario, finalmente ha
comenzado su construcción y si todo marcha como a lo proyectado el próximo año
los vallenses podrán disfrutar de un espacio de sana diversión y esparcimiento.
Pero justo a una cuadra de la
famosa y polémica tortuga, existe
otro corredor que si bien no es turístico y ni con motivos bicentenarios tiene
ya años funcionando como otro espacio mas de “diversión” para algunos
vallenses. Se trata de la zona conocida como “La Bajadita”,
un espacio que comprende la Av. Pedro
Antonio Santos entre calle Escontría y Matamoros, donde se ubican casas de
huéspedes, bares, cantinas y centros nocturnos donde cualquiera que lo visite
puede encontrar por una cantidad monetaria un poco de afecto y “cariño”.
Esta zona ha operado durante
muchos años, a tan solo una cuadra de la presidencia municipal, forma parte del
primer cuadro de nuestra ciudad y en mas recientes fechas ha aumentado su
influencia pues sus servicios ya se ofrecen a manera de sucursal en el Jardín
Hidalgo desde las 9 de la mañana hasta altas horas de la madrugada.
Aquí quien busca encuentra, pues
hay para todos los gustos y bolsillos, pues desde 100, 200 hasta 500 pesos se
puede disfrutar de una sesión de caricias, besos y de mas apapachos e incluso
si se arriesga el cliente puede obtener una buena sesión de sexo.

En la actualidad mucho se ha
comentado sobre la proliferación de VIH y otras infecciones de trasmisión
sexual en esa zona, pero de acuerdo a información de la Jurisdicción Sanitaria
V, han logrado aunque no con mucho éxito, reunir grupos de riesgo para revisar
periódicamente su estado de salud y prevenir la proliferación de ITS, aunque la
negativa de algunas y algunos así como el miedo a ser evidenciados no ha
permitido que se tenga un control sobre esa zona, representando un foco rojo en
materia de salud sexual.
Y que decir de la imagen que
ofrecen del primer cuadro de esta ciudad, pues desde muy temprana hora
trabajadoras sexuales operan sin que autoridad alguna se los impida en el
Jardín Hidalgo ante la mirada atónita de los curiosos.
Administraciones pasadas
manifestaron su interés de crear una zona de tolerancia, que se ubicara fuera
del perímetro central de la ciudad, en donde este tipo de establecimientos
pudieran operar. Inclusive se planeaban destinar la actual zona de La Bajadita, para
establecimientos familiares y recreativos pues se pretendía transformar por
completo la imagen del lugar y constituir un destino turístico dentro de la
zona centro, con parques, áreas verdes, canchas deportivas y un andador sobre
la rivera del río que ahora se conoce como Corredor Bicentenario.
Sin embargo, en la actual
administración no se ha presentado proyecto alguno para limpiar la imagen de lo
que será la entrada al tan mencionado corredor. Actualmente operan algunas
cantinas que han sido protagonistas de riñas entre personas alcoholizadas lo
que representa además un riesgo en materia de seguridad para los paseantes.
No ha habido mano que quiera
entrarle a este corredor, quizá por miedo, por evitar la polémica o el
enfrentamiento con los trabajadores y trabajadoras de este sector. Si bien La Bajadita, como muchos
dicen, ya forma parte del anecdotario de esta cuidad no es quizá una de las
historias dignas de presumirse.
Las actividades que ahí de
desarrollan, quizás espantan a mas de alguno; pero para como están las cosas es
una opción de sustento para muchos y muchas. Lejos de criticar lo que hacen, la
propuesta es reubicarles a una zona en donde puedan desarrollar su trabajo y no
tenerlos ahí como anfitriones de los turistas, que cada vez son menos, que
visitan esta ciudad.
Y mientras a unas cuadras se
construye un andador muy visionario y en este sector se siguen vendiendo medias
horas, horas completas o las que usted alcance a comprar de caricias, amor y
otros servicios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario