sábado, 10 de julio de 2010

SIDA - es blanco o es negro Parte III

Problemas con la actitud ante la actividad sexual
Por miedo, algunos hemos llegado a abstenernos de hacer el amor ya sea por un corto o largo tiempo. Es cierto, para cuidar nuestra salud y proteger la de la pareja definitivamente tenemos que hacer cambios en la vida sexual.
Las tensiones a las que nos enfrentamos, la ansiedad, la depresión, el aislamiento y la negación pueden afectar el deseo y nuestro desempeño sexual.
¿Que es sexo seguro? Es la forma de mantener relaciones sexuales sin poner en riesgo la salud de otros, disminuyendo la posibilidad de que podamos reinfectarnos, reinfectar, transmitir el VIH y/o contraer otras enfermedades de transmisión sexual (sífilis, gonorrea, blenorragia) u otras como las hepatitis.
Si ambos miembros de la pareja son VIH positivos el tener actividad sexual sin protección los expone a volver a infectarse (reinfección), lo que facilita el progreso de la enfermedad y complica seriamente el avance positivo del tratamiento.
Por eso es importante tener relaciones sexuales siempre usando preservativos. Algunos de nosotros para "estar más seguros" y poder vencer la barrera del temor de contagiar al otro utilizamos dos preservativos (se evita el riesgo de la ruptura) o con algún tipo de espermicida recomendado. Ahora hay preservativos femeninos, así que se pueden complementar ambos elementos para más seguridad.
A algunos de nosotros, el practicar sexo seguro nos ha sido difícil al inicio, pero con el tiempo ha llegado a proporcionarnos placer. Todo es cuestión de aprender y aceptar la nueva situación.
Si hasta el momento no practicaste sexo seguro, sin lugar a dudas vas a notar cambios en tus sensaciones sexuales. Pero por vos y tu pareja esto es estrictamente necesario.

Lo que podemos decirte:

Leé y orientáte sobre sexo y sexualidad.
Explorá y disfrutá otras formas de expresar tu sexualidad.
El SIDA ha cambiado el comportamiento sexual de muchas personas. No sos el único.
El sexo seguro ofrece alternativas que quizá hasta ahora no habías explorado y apreciado.
No sientas pesar por la pérdida de prácticas sexuales pasadas.
Es lógico sentirte triste por prácticas sexuales que disfrutabas y que decidiste dejar de hacer. Pero que esto no rija tu vida y sensaciones.
Si tomás todas las precauciones, podés gozar de una actividad sexual plena y sin miedo.
El mundo entero se enfrenta a la misma situación: tenemos un virus que se transmite fundamentalmente por relaciones sexuales. Practicar sexo más seguro es la vía para protegerte y proteger a otros, y la forma de expresar tu sexualidad de una forma responsable. Como ya dijimos ser seropositivo no significa terminar con nuestra vida sexual, solo tenemos que aprender y enseñar a nuestra pareja como relacionarnos sexualmente disminuyendo el riesgo de transmisión del VIH. Conocemos parejas formadas por un portador y una persona sana, que viven y comparten todo sin dificultades, por supuesto ejerciendo los cuidados que ya mencionamos.
Es que, nosotros los VIH+ siempre que tomemos determinadas precauciones podemos convivir sin riesgos con los VIH negativos.


¿Lo digo o no lo digo? Ésa es la cuestión
Por nuestra propia experiencia concordamos con vos es que si hay algo difícil de decidir es si vas a decirle a los demás o no lo que te está pasando. Podés llegar a pensar que tus seres queridos van a asociar de inmediato el diagnóstico de VIH positivo a la muerte. E igual que vos, ellos sentirán que los prejuicios, estigmas y deshonor que trae el SIDA han alcanzado su medio ambiente.
Por eso, puede que estés pensando seriamente lo que hay entre la necesidad de ser aceptado en esta nueva situación, recibir el apoyo y amor, y al mismo tiempo temer el dolor y el rechazo que puedas encontrar.
Si tu decisión es decirlo, o cuando debas decirle a los que te quieren lo que te sucede, tené muy presente que el mismo proceso que viviste al enterarte, las dudas, los temores, miedo y dificultades, pueden ser las reacciones de las personas con quienes decidas conversar.
Dale su tiempo a los demás.
Las reacciones iniciales, ya sean de espanto y terror, o de minimizar el asunto son comunes. A veces te va a dar la impresión de que los demás te están sobreprotegiendo, que te tienen lástima (expresada abiertamente o no). Podés lograr que, con el tiempo, las relaciones se vayan normalizando hasta volver a ser las de siempre.


Comunicar el diagnóstico es importante
Es tú deber informar a tu pareja y a tus relaciones anteriores, es tu responsabilidad, y porque de ello depende de que se realicen las pruebas y puedan recibir la atención requerida.
Si vas a iniciar una nueva relación amorosa tenés que conversar no solo sobre el diagnóstico, sino también sobre las prácticas sexuales que preservarán la salud de ambos.
No te podemos ofrecer ninguna fórmula que garantice que el momento de decir el diagnóstico a otros sea fácil. Tampoco encontramos ninguna fórmula que asegure que todos te ofrecerán y mantendrán la actitud que esperás.
Algunas personas VIH+ han decidido no informar el diagnóstico. Le temen a ser enjuiciados y rechazados. Llegan a sentirse culpables o avergonzados de su condición.
Otros informamos el diagnóstico a los demás. Si bien es cierto que a veces hemos pedido ayuda a algún especialista.
En el grupo de ayuda hemos discutido más de una vez sobre las dos posiciones posibles: ¿decir o no decir?
Llegamos a la conclusión que comunicar al diagnóstico, tiene más ventajas que desventajas, y que no decirlo ocasiona tensiones y miedo a ser "descubiertos", siendo el reflejo de un particular estado interior y de un estilo de enfrentamiento a la vida a veces poco saludable.
Por supuesto estamos hablando de comunicar el diagnóstico a los que nos interesan, o que de alguna manera les corresponde saberlo (entorno familiar cercano, seres queridos en general, amigos, tu grupo, quienes conviven con vos).

Decir el diagnóstico:

Incorpora a otros en el tratamiento del problema.
Te da la seguridad integra de decir: "éste (ésta) soy yo, estoy pasando por esto...", ante vos y ante los demás.
Elimina la ansiedad que se produce cuando existen "zonas prohibidas".
Elimina la ansiedad que se produce de cuando «lo descubrirán».
Hace que compruebes que el rechazo es menor que el imaginado.
Y que a veces se trata de un rechazo momentáneo, de alguien que necesita tiempo para "digerir" la noticia. Otras veces es el rechazo de personas eternamente temerosas e inseguras (muchos aun hoy en día, hasta tienen miedo de decir la palabra cáncer).
Te da respeto a vos mismo. Obliga al respeto de otros.
Rompe los mitos que existen sobre "incapacidades" y desfiguraciones físicas, mentales o morales de los seropositivos.
Es un ejemplo para que los demás se protejan y protejan a otros.
Consideramos que:
Tenés derecho a la privacidad y a elegir el momento y la persona a quien decirle el diagnóstico.
Tu vida privada es tuya. Vos decidís a quién hacérsela conocer, teniendo en cuenta tu responsabilidad social.
Tenés que estar preparado psicológicamente para hablar de diagnóstico. También es bueno tener información sobre VIH y SIDA. Puede que te hagan muchas preguntas.
Tenés derecho a decir que más que consejo y compasión necesitas ser escuchado y tratado como siempre.
Tenés que tener expectativas realistas. Las demás personas pueden necesitar tiempo.
Puede que en alguna ocasión encuentres reacciones de rechazo que es abiertamente ofensivo, pues la gente puede estar prejuiciada o mal informada. Vos podés llegar a ser un agente de cambio.
Intentá evitar estar muy susceptible, sensible y pendiente de las reacciones de otros. A veces podés equivocarte y malinterpretarlos.
Tratá de prepararte para que algunos te miren como a un "marciano". A algunos les puede parecer "exótico" o "atractivo" conocer un seropositivo al VIH. Este fenómeno es consecuencia de todas las distorsiones que se asocian al SIDA y va desapareciendo en la medida en que se profundizan las relaciones con las personas y se difunde más información sobre la enfermedad.
No tenés por qué sentirte culpable o responsable de las reacciones de los demás.
Si pensás que tu nueva situación puede dañar a tus seres queridos, recordá que el silencio o la evasión pueden ser aún más dañinos, y que en algún momento tendrás que enfrentar la realidad. Es peor que se enteren por otros o "de rebote".
Lo que resulta importante son los valores y conductas hacia vos y hacia los demás.
Vas a encontrar que algunos te dirán "sabía que estabas enfermo, creí que era algo terminal, al menos esto tiene tratamiento".


Tratamientos
Hoy en día existen tratamientos para evitar el avance o progresión de la enfermedad, aunque es cierto que hasta el momento solo nos pueden dar la expectativa de convertir esta enfermedad en algo crónico.
Reciben este tratamiento, sobre la base de una combinación de drogas, todos los VIH+ que lo necesiten y así lo deseen. Por supuesto que bajo un estricto control y supervisión médicos. Cada caso es particular, por lo que los tratamientos pueden variar de una persona a otra (tipo de drogas o combinación de ellas y dosis diarias).
Pero tenemos que tener en cuenta que los remedios no son todo. Podemos y debemos hacer mucho para mantenernos saludables.

Algunos de los factores que posibilitan mantenerte físicamente sano:

Atención médica precoz.
Hacerte los chequeos y análisis de rutina.
Cumplir al pié de la letra los tratamientos médicos.
Evitar la reinfección por relaciones sexuales sin protección.
Mantener un buen estado psicológico.
Esforzarte por tener una alimentación apropiada.
Esforzarte por tener el descanso apropiado.
Ser cuidadoso para evitar exponerte a situaciones que puedan enfermarte (higiene, cuidados del cuerpo, no exponerte a situaciones que puedan llevar a enfermarte de gripe o algo más serio que se desencadene en neumonía, etc.)
Es importante estar atentos a seguir al pie de la letra las indicaciones de cuando y como ingerir los medicamentos, en ello va en muchas ocasiones la efectividad del tratamiento. En ocasiones suele parecer difícil o complicado cumplir los horarios y dosis, siendo en algunos caso superior a 20 pastillas las ingeridas a diario. Algunos de estos medicamentos requieren atención a tiempos de ayuno previo y posterior o cuidados con los tipos de alimentos que se pueden ingerir.
Como la situación de cada uno varía con relación a otros (enfermedades anteriores, estado y avance de la infección, estado del sistema inmunológico) verás que no todos reciben el mismo tratamiento. Es necesario que confíes en los médicos y sigas sus indicaciones. No tengas vergüenza en preguntar si no entendés algo o el porqué de algo que te indiquen o digan. Tu vida va en ello.
Tener apoyo psicológico por especialistas forma parte de nuestra atención porque nos ayuda a enfrentar situaciones que puedan deteriorar nuestra salud; la práctica de alguna técnica de relajación nos permite fortalecer nuestro sistema inmunológico. Se ha comprobado científicamente que los estados depresivos-ansiosos debilitan nuestras defensas.
Hacer ejercicio físico también ayuda a nuestro sistema inmune.
El tratamiento no solo depende de médicos y especialistas. Nuestra participación es decisiva. Somos los responsables de que no quede ningún cabo suelto.
Tal vez llegue a tus manos información de revistas o diarios que utilizan cuantas informaciones y comentarios conocen para escribir artículos periodísticos que aseguran que se ha encontrado la cura al SIDA, sin que exista ninguna confirmación científica sobre el hecho. También existen personas que ofrecen curas milagrosas o sin comprobación médica. Vas a tener que aprender a discernir entre lo que puede ser cierto o no. Si tenés dudas consultá a tu médico.
Tenés que aprender a ser cauteloso valorando la información de la prensa, que puede infundir falsas esperanzas para luego provocarte depresión. También tenés que cuidarte que de medicamentos sin control científico, curas ofrecidas con las mejores intenciones o no, pero sin validez, pues pudiera afectar tu salud. En estos casos es lo más importante siempre consultar con los especialistas en esta materia.
Últimamente se ha oído hablar de "curación o negativización", en realidad con los nuevos tratamientos hay muchos afectados que han llegado a un nivel de infección mínimo, pero nadie a sido definitivamente curado. Todos ellos siguen medicándose, todos ellos pueden contagiar a otros si no toman las precauciones debidas.
Hay grandes esperanzas, pero habrá que esperar. Mientras tanto tu parte en enfrentar tu problema es lo fundamental.

Lo último...
Sinceramente esperamos que este material te sea de mucha ayuda. Ese fue el objetivo del tiempo, esfuerzo y dinero invertidos en esta obra. Si creés que puede servirle a otros: compartilo.

Sólo de vos depende...

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